Libera tu alma

 

La terapia psicoespiritual está basada en un hecho histórico: que hace 2.000 años alguien dio su vida por TI, para que TÚ pudieras RESUCITAR. Ese Alguien se llama JESUCRISTO, y ha vencido a la muerte.... a TODAS las muertes... también a la TUYA.

Es difícil de creer, desde luego, porque quien sería capaz de dejarse matar por otra persona que ni conoce?? Y que además es quien le está haciendo daño?.... y más aún ¿quien es capaz de resucitar?? Pero mira ESTO. Este es, seguramente, el link más importante que abrirás en tu vida, el link que puede ABRIR TU VIDA.... para SIEMPRE. La prueba CIENTÍFICA de la Resurrección de Cristo.

Y por ella, puedes resucitar TU TAMBIÉN!


 

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Y esto no es una ideología, es un HECHO histórico.... y científico! Demostrado por años de estudios de toda fiabilidad. Pero dirás que cómo puedo eso afectarte a ti. Pues la respuesta se llama "RESONANCIA MÓRFICA", y es también un dato científico que explica cómo las experiencias de unos afectan a otros "de su misma especie" en toda la Naturaleza. Y tú y yo somos parte de esa Naturaleza, parte de la Creación. Esa ley biológica está inscrita en todos los seres, pero no sólo de forma biológica sino también de forma espiritual, acorde a la especie de cada ser. Y el ser humano es un ser ESPIRITUAL, que la ciencia llama CUÁNTICO. Míralo. Y el espíritu se manifiesta en la materia pero está más allá de ella, y por encima de ella, porque es lo que le da forma. Esta realidad ha sido denominada "campos morfogenéticos" y explica cómo la materia se conforma por la acción de un campo cuántico superior a ella que le da su forma, su "circunstancia", como decía Ortega ("yo soy yo y mi circunstancia"). Así, la realidad espiritual conforma nuestra realidad material, toda nuestra vida...  que incluye nuestra mente. Y es a ese nivel donde actúa la terapia psicoespiritual, actuando sobre el campo espiritual del ser humano para TRANSFORMAR toda su realidad.

 

Y esa realidad se transforma desde el hecho histórico y a la vez cúantico (atemporal y alocal... ¡eterno!) que sucedió y sucede en cada momento... en la Cruz. Porque en el mundo espiritual NO HAY TIEMPO NI ESPACIO. Todo es AQUÍ Y AHORA... para quien lo quiera vivir. Súbete al carro de la Redención. Déjate redimir de tus cruces....AHORA!

 

Miles de personas lo han hecho a lo largo de los siglos, personas que se han subido al carro de Cristo y por Cristo, con El y en El han podido transformar su vida y toda su realidad.... ¡y La Realidad! Como una joven del siglo XII llamada Casilda (VER). Resonando en la "frecuencia" de Cristo ¡son posibles los milagros!

 

Un ejemplo de resonancia Crística:

 

El Señor es compasivo y misericordioso

 

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. 

 

Él perdona todas tus culpas 

y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. 

 

El Señor es compasivo y misericordioso, 
lento a la ira y rico en clemencia; 
no nos trata como merecen nuestros pecados 
ni nos paga según nuestras culpas.

Como dista el oriente del ocaso, 
así aleja de nosotros nuestros delitos. 
Como un padre siente ternura por sus hijos, 
siente el Señor ternura por sus fieles.

 

Salmo 102

 

 

Ando por mi camino, pasajero, 

y a veces creo que voy sin compañía, 

hasta que siento el paso que me guía, 

al compás de mi andar, de otro viajero. 

 

No lo veo, pero está. Si voy ligero, 

él apresura el paso; se diría 

que quiere ir a mi lado todo el día, 

invisible y seguro el compañero. 

 

Al llegar a terreno solitario, 

él me presta valor para que siga, 

y, si descanso, junto a mí reposa. 

 

Y, cuando hay que subir monte (Calvario 

lo llama él), siento en su mano amiga, 

que me ayuda, una llaga dolorosa. 

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu, 

por los siglos de los siglos. Amén.  

 

 

SALMO 30

Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.


A ti, Señor, me acojo: 
no quede yo nunca defraudado; 
tú, que eres justo, ponme a salvo. 
A tus manos encomiendo mi espíritu: 
tú, el Dios leal, me librarás. R.


Soy la burla de todos mis enemigos, 
la irrisión de mis vecinos, 
el espanto de mis conocidos; 
me ven por la calle, y escapan de mi. 
Me han olvidado como a un muerto, 
me han desechado como a un cacharro inútil. R


Pero yo confío en ti, Señor, te digo: 
«Tú eres mi Dios.» 
En tu mano están mis azares; 
líbrame de los enemigos que me persiguen. R.


Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, 
sálvame por tu misericordia. 
Sed fuertes y valientes de corazón, 
los que esperáis en el Señor. R.


Aprendió a obedecer y se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación 

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9
Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presento oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios.

 

La Cruz es el crisol donde se transmuta el sufrimiento en gozo, la esclavitud en libertad, el pecado en Gracia, la muerte en Vida.

 

 

No me mueve, mi Dios, para quererte 

el cielo que me tienes prometido; 

ni me mueve el infierno tan temido 

para dejar por eso de ofenderte. 

 

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte 

clavado en esa cruz y escarnecido; 

muéveme el ver tu cuerpo tan herido; 

muévenme tus afrentas y tu muerte. 

 

Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera 

que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, 

y, aunque no hubiera infierno, te temiera. 

 

No me tienes que dar porque te quiera; 

pues, aunque lo que espero no esperara, 

 

lo mismo que te quiero te quisiera. Amén.

 


Y a los que resuenan con El se les llama "santos", personas que han alcanzado la plenitud de su ser por su identificación con Aquel que es La Plenitud de Vida, de Gracia, de Amor, de Verdad, de Libertad... Aquél que es el TODO.... el BIEN. 

 

Aquí queremos enseñarte cómo serlo, y ayudarte a conseguirlo. Y la manera de hacerlo es por medio de LA CRUZ, donde fue pagada la deuda tuya y mía y fue anulado el karma de toda la humanidad. Ella es nuestra brida y nuestra espuela. El sufrimiento y las carencias son lo que nos impulsa a dar los SALTOS DE FE en nuestra vida, que nos convertirán en ese ser pleno y perfecto y nos llevarán a la meta de nuestra Sanación/Salvación. Para llegar, por Cristo, con El y en El, a ti Dios Padre Todopoderoso, en la unidad del Espíritu Santo, para darte todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. AMEN!

 

Cántico Col 1,12-20 

Himno a Cristo, primogénito de toda criatura 

y primer resucitado de entre los muertos 

 

Damos gracias a Dios Padre, 

que nos ha hecho capaces de compartir 

la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, 

y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, 

por cuya sangre hemos recibido la redención, 

el perdón de los pecados. 

 

Él es imagen de Dios invisible, 

primogénito de toda criatura; 

porque por medio de él 

fueron creadas todas las cosas: 

celestes y terrestres, visibles e invisibles, 

Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; 

todo fue creado por él y para él. 

 

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. 

Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. 

Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, 

y así es el primero en todo. 

Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. 

Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: 

los del cielo y los de la tierra, 

haciendo la paz por la sangre de su cruz. 

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 

como era en el principio, ahora y siempre, 

por los siglos de los siglos. Amén. 


 

Antífona 3: Él es el primogénito de toda criatura, es el primero en todo. 

 


Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo,

  y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud.
  Porque, ciertamente, no se ocupa de los ángeles, sino de la descendencia de Abraham.
 

Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo.

 

Pues, habiendo sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se ven probados.

Hebreos 2: 14-18

 


Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. 

Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie.
A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni periodos de sombra.
Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.

Santiago 1, 12-18

¿Qué es la tentación?  

 

Es una forma o patrón de actuación del diablo contra la humanidad que se repite a lo largo de toda la historia y es experimentado tanto por creyentes como por no creyentes en cualquier parte hoy en día. En esa forma de actuar podemos ver la estrategia más importante de Satanás, su objetivo principal y su propósito básico. La estrategia, engañar.

 

La tentación es un deseo, una atracción de la carne hacia las cosas del mundo y a los placeres temporales. Es un deseo que nubla nuestro entendimiento hasta cegarlo, haciéndolo ceder al pecado y poniendo así una agonía y tristeza a nuestro espíritu y una cadena a nuestra alma. Si nos damos cuenta de las consecuencias, la única beneficiada es la carne, pero recordemos que cuando caemos en la tentación recogemos las consecuencias, trayéndonos a nuestras vidas infinidad de aflicciones, tales como; desanimo, tristeza, actos pecaminosos, codicia, avaricia, mentiras, robo, desobediencia, chismes, celos, lujurias, borracheras, vicios, etc. Todos estos actos son los mismos que los frutos de la carne de los que habla la Biblia, como en (Gálatas 5:16 ):


Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la Ley. Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Apoc 18:14) Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado y nunca más las hallarás.

La tentación es un arma de Satanás, del mundo, y de nuestra propia carne. Es muy peligrosa para nuestra vida espiritual, es una barrera o abismo que se antepone en el camino del cristiano hacia la obediencia a Cristo y hacia la salvación de nuestras almas, es una lucha constante en el cristiano, es una atracción hacia la vida pecaminosa que teníamos atrás, es un león rugiente buscando a quien devorar, ya que una vez que es acariciada en el corazón, produce el pecado y este produce la caída y la caída produce la muerte. ( primero viene la muerte espiritual y después la muerte física) 

Con estas definiciones de la tentación nos damos cuenta que no es un juego ceder ante la tentación. Es un camino hacia el infierno... que empieza ya en esta vida.

 

PERO... "Por mi vida, oráculo del Señor, que no quiero la muerte del pecador sino que se convierta de su conducta y que VIVA!

 


PARA SER FELIZ hay que estar en la sintonía de Dios, del Amor que nos da la Vida y la Felicidad. Y esa sintonía es Su Palabra. Aquí la puedes leer, cada día: Laudes y Liturgia. Su Palabra es lo que ajusta tu mente a Su mente, tus pensamientos a Sus Pensamientos, tus sentimientos a Sus Sentimientos, para resonar en su misma frecuencia, para poco a poco, hacerte UNO con El. 

 

Somos planetas girando alrededor del sol. De él recibimos nuestra energía, nuestro calor y nuestra fuerza. Ese Sol es la Eucaristía, el Sol que entra en nosotros para darnos Su Vida, que nos da también en cada sacramento, convirtiendo los momentos cumbre de la vida en momentos sagrados, llenos de Vida y de vigor. Ellos nos mantienen, día a día, en Su órbita de Vida, pero si nos alejáramos de El, caeríamos en un agujero negro... del que NO HAY SALIDA.

Tu eliges en qué órbita quieres girar: en la de Dios o en la del diablo. 

 

Ella te ayudará:

 

Aquí tienes muchos más testimonios de gente que ha estado "al otro lado" y ha vuelto para contárnoslo (entre ellos un neurocirujano, profesor de Harvard)... para mostrarnos la vista desde Arriba, la "tapa del puzzle" que nos permite ensamblar bien las piezas de nuestra vida.

 

Hay más Vida

 

Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.

Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.

Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo
(¡tantos me dicen que estás muerto!)
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo.

 

Someteos a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; hombres indecisos, purificaos el corazón. Humillaos ante el Señor, que él os levantará. 

(Santigo 4,7-8.10)

RESPONSORIO BREVE:
V. Yo dije: Señor, ten misericordia.
R. Yo dije: Señor, ten misericordia.
V. Sáname porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: Señor, ten misericordia.

Antífona Magnificat: Una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» Pero Jesús repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 8-14
Hermanos:
En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz - toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz -, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo lo descubierto es luz. Por eso dice:
«Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.»


Pastor, que con tus silbos amorosos 

me despertaste del profundo sueño; 

tú, que hiciste cayado de ese leño 

en que tiendes los brazos poderosos. 

 

Vuelve los ojos a mi fe piadosos, 

pues te confieso por mi amor y dueño, 

y la palabra de seguir empeño 

tus dulces silbos y tus pies hermosos. 

 

Oye, pastor, que por amores mueres, 

no te espante el rigor de mis pecados, 

pues tan amigo de rendidos eres. 

Espera, pues, y escucha mis cuidados.

 

 

Pero ¿cómo te digo que me esperes, 

si estás, para esperar, los pies clavados? Amén.

 

SALMO 17

R. En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; 
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.


Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, 
mi fuerza salvadora, mi baluarte. 
Invoco al Señor de mi alabanza 
y quedo libre de mis enemigos. R.


Me cercaban olas mortales, 
torrentes destructores me aterraban, 
me envolvían las redes del abismo, 
me alcanzaban los lazos de la muerte. R.


En el peligro invoqué al Señor, 
grité a mi Dios: 
desde su templo él escuchó mi voz, 
y mi grito llegó a sus oídos. R.

 

 

El Poder y la Gracia de Dios siempre exceden todas nuestras previsiones y suposiciones. SIEMPRE es sorprendente!

 


Dios todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza, y levanta nuestra débil esperanza con la fuerza de la pasión de tu Hijo. Amén

 

PERO...

a veces estamos TAN lejos de Dios que no nos atrevemos ni a mirarle, ni mucho menos a invocarle. Sentimos TANTA culpa que Su mera existencia nos produce repulsión.  ¿QUÉ HACER ENTONCES??

 

Correr al regazo de nuestra Madre! Ella es humana como nosotros y nos comprende.  Ella nos defenderá de la oscuridad y la desesperación y nos llevará de la mano a la Luz, a Jesús.

 

Y lo hace con el poder de su Rosario, que es la cadena que ata a satanás, según revelaciones privadas actuales. Este sacerdote exorcista explica cómo lo hace: 

 

¿Como?


 

No es lo que está roto, no,

el agua que el vaso tiene;
lo que está roto es el vaso,
y el agua al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no,
la luz que sujeta el día;
lo que está roto es su tiempo, y en sombra se desliza.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento;
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios
ni el campo que él ha creado; lo que está roto es el hombre que no ve a Dios en su campo

 

En este espacio queremos ayudarte a reparar lo que está roto en tu interior y a desatar los nudos que atan tu alma. Porque la libertad es la clave de la felicidad y sin ella somos cautivos, de los demás, de las circunstancias y de nosotros mismos. Y la experiencia de no ser dueño de uno mismo es la mayor fuente de frustración y enfermedad mental y física. 

 

Pero la Libertad está en función de la Verdad... de tí mismo, para empezar. Solo conociendo y asumiendo tu propia verdad puedes ser uno contigo mismo y atreverte a dar la cara ante el mundo. Y esa verdad incluye tus fuerzas y flaquezas, y te permitirá aprender a manejarlas positivamente.

 

Aquí te ofrecemos un camino... el Camino para llegar a esa Verdad que es Vida... para ti también. Una Nueva Vida, con mayúsculas, en la que no seas más esclavo de tu pasado, ni de tus miedos, ni de las circunstancias, ni de los demás. Una Vida en Libertad... en tu Verdad. Ahí te espera tu paz y tu felicidad. 

 

En la Verdad radica nuestra Libertad; en ella están nuestras alas para volar por encima de todas las dificultades y ver las cosas en perspectiva. En la Verdad yacen todos nuestros recursos, cual oro en la mina, para hacer frente a todas nuestras "deudas". Pero a veces esa Verdad duele, porque pone en jaque nuestras mentiras, pone en riesgo nuestro Ego, nuestras coartadas, nuestras corazas. La verdad de nosotros mismos a veces da mucho miedo: no somos los "santos" que nos creemos ser, que nos queremos creer que somos. Nuestra "autoestima" se resiente y quedamos al descubierto, con todas nuestras heridas y sombras. Porque la verdad de nosotros mismos nos lleva a la muerte del Ego... nos lleva a la purificación, nos lleva a la Cruz. Y eso da MUCHO miedo.

 

PERO....

No temas subir a tu cruz, porque hay Alguien que está allí para ti, alguien que ya ha subido por ti, para que tú no mueras en ella, sino para que puedas VIVIR!

 

El ya ha muerto por ti para abrirte un camino en esa tu muerte personal.... para que puedas ¡RESUCITAR!

 

 

No tengas miedo. Ponte en Sus manos. Díselo AHORA.

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. 

Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. (Sb 1,13-15) 

 

Arrancó el Señor mi alma de la muerte. Caminaré en su presencia en el país de la vida. 

 

Oración 

Señor Jesucristo, que, colgado en la cruz, diste al ladrón arrepentido el reino eterno, míranos a nosotros, que, como él, confesamos nuestras culpas, y concédenos poder entrar también, como él, después de la muerte, en el paraíso. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. 

 

R/. Amén. 

V/. Bendigamos al Señor. 

R/. Demos gracias a Dios.  

SALMO 33
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloria en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren. 

Proclamad conmigo la grandeza del Señor, 
ensalcemos juntos su nombre. 
Yo consulté al Señor, y me respondió, 
me libró de todas mis ansias. 
Contempladlo, y quedaréis radiantes, 
vuestro rostro no se avergonzará. 
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha 
y lo salva de sus angustias.

En eso consiste la humildad, en pedir ayuda. Y si no se recibe, CLAMAR al Cielo por ella. El Cielo siempre responde, pero cuesta TANTO pedir...! 

 

¿En qué se basa nuestra terapia?

 

En esto... 

Y esto: 

"Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final".

 

Y esto  

("Las potestades" se refiere a los demonios) 

OREMOS

 

Oh Dios, que, para librarnos del poder del enemigo, quisiste 

que tu Hijo muriera en la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 
 
Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, 
nacido del linaje de David. Éste ha sido mi Evangelio. Es doctrina 
segura: Si morimos con él, viviremos con él. (2Tm 2,8.11)

Y el camino de la muerte a la resurrección personal se hace ANDANDO ("se hace camino al andar"). Caminando es como se aprende.... a encontrar lo que se ha perdido.